El mundo dice:
Las arenas bituminosas de Canadá son una de las mayores y más sucias piscinas de carbono del planeta. Nuevos oleoductos como el Kinder Morgan permitirían la expansión masiva de las arenas bituminosas y nos acercan peligrosamente a los alertas del Acuerdo Climático de París. Para gran parte del mundo este es un riesgo inaceptable.
Es hora del primer ministro canadiense, Trudeau, elegir a las personas y el planeta en lugar de los beneficios de la industria de los combustibles fósiles, y detener el oleoducto Kinder Morgan.
Vamos a mostrar a Trudeau y a su gobierno que el mundo entero está pendiente de la resistencia masiva al oleoducto Kinder Morgan. Cuando se trata de proteger nuestro clima, esa lucha es global - y las personas en todo el mundo se solidarizan con la resistencia liderada por los indígenas en Canadá.