La presión de 350.org y otras organizaciones ambientales que buscaban evitar que el Parque Nacional Marino de Abrolhos en Brasil sea afectado por la industria de los combustibles fósiles resultó victoriosa. El 10 de octubre pasado ninguna empresa mostró interés en explorar los bloques ubicados en las cuencas Camamu-Almada y Jacuípe cercanas al área de conservación durante la 16ª Ronda de Licitaciones de Bloques para la Exploración y Producción de Petróleo y Gas Natural, que subastó a empresas de todo el mundo el derecho a explorar 36 bloques, ubicados en cinco cuencas.

Subasta de petróleo y gas

Imagen: Sucena Shkrada Resk – 350.org Brasil

Según el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (Ibama), responsable de evaluar los riesgos ambientales asociados a la exploración petrolera en las cuencas que estaban siendo subastadas, un accidente en estas dos zonas causaría graves daños al parque marino. En el caso de la cuenca de Camamu-Almada, la destrucción podría darse en cuestión de horas. Aún así, la subasta había sido autorizada por el propio presidente de Ibama y por la agencia gubernamental responsable de la subasta (ANP), en abril de 2019, en contra de las recomendaciones de expertos ambientales del gobierno y de las comunidades que podrían verse afectadas por los accidentes.

Sin embargo, el riesgo ambiental y legal de operar en estas regiones parece ser muy alto, incluso para las empresas acostumbradas a exponer a las comunidades y áreas naturales al riesgo de daños graves. Según dos de los más importantes diarios brasileños, Folha de S. Paulo y O Globo, los ejecutivos del sector no se sentían seguros sobre la viabilidad de las inversiones en los dos bloques, y ambas publicaciones mencionaron la presión de los ambientalistas como un factor fundamental para este sentimiento. El Washington Post, uno de los periódicos más influyentes del mundo, también atribuyó la falta de interés de las empresas a las dificultades que puede causar la presión por la protección del medio ambiente.

“Fue un logro de los ciudadanos y las comunidades frente a la decisión —sin sentido— de exponer un patrimonio de Brasil y del mundo al riesgo de un desastre. Extraer petróleo ya no tiene sentido en ningún lugar, en un planeta bajo la emergencia climática, pero llevar el rastro de contaminación y corrupción que acompaña a la industria de los fósiles cerca de una de las zonas más biodiversas del Atlántico es aún más irresponsable y peligroso, y el propio sector podría estar realizándolo”, dijo Nicole Oliveira, Directora de Campaña en 350.org.

 

Manifestación por Abrolhos

350.org y organizaciones asociadas protestaron frente al hotel donde se llevó a cabo la subasta en Río de Janeiro para llamar la atención sobre la necesidad de proteger el Parque Nacional Marino de Abrolhos.

Manifestación por Abrolhos

Imagen: Melissa Teixeira – Arayara

Uno de los participantes en la protesta fue el pescador Alexandre Anderson, Director y Presidente de la Asociación de Hombres y Mujeres del Mar de la Bahía de Guanabara (Ahomar). La organización representa a trabajadores que viven de la pesca artesanal en estados como Río de Janeiro y Bahía. Estima que al menos 55.000 familias que dependen de la abundancia de peces garantizada por el Parque de Abrolhos se verían perjudicadas por la extracción de petróleo en la región.

“La mera circulación de los barcos necesarios para la exploración ya perjudicaría la actividad de la pesca artesanal, que emplea a muchísima gente en la región. Además, sabemos que las pequeñas fugas no son poco comunes en las áreas de extracción, lo que causaría enormes daños a las comunidades”, dice.

La subasta de la ANP se realizó en un momento en que todos los estados de la región Nordeste se ven afectados por la llegada de mareas negras de origen desconocido a sus playas. Las primeras mareas negras aparecieron hace más de un mes, pero el petróleo sigue propagándose a lo largo de la costa brasileña, causando daños al turismo, la pesca y la calidad de vida de los residentes.

El biólogo Titiano da Silva Ramos, quien asistió a la protesta del jueves, dijo que ver las imágenes de animales contaminados y las playas sucias de petróleo fue una de las razones que lo llevaron a manifestarse. En 2016, mientras hacía su investigación de graduación, pasó un mes estudiando especies de la región del Parque Nacional Marino de Abrolhos.

“Una región tan rica en biodiversidad no puede ser atacada de esta manera. Es mi deber ético, como biólogo y ciudadano, luchar por un área que es fundamental para la vida. Nosotros, los ciudadanos, tenemos que hacer algo, de lo contrario nadie se enterará de lo que pasa y sus riesgos”, dice.

 

La petición por Abrolhos ya tiene más de 50.000 firmas

Además de la protesta en el lugar de la subasta, 350.org ha estado juntando firmas desde abril de 2019 contra la exploración petrolera en regiones que podrían afectar al Parque Nacional Marino de Abrolhos. Más de 50.000 personas ya han firmado esta petición. En conjunto, todas las peticiones iniciadas por varias organizaciones ambientalistas e individuos sobre esta misma causa, ya han obtenido más de un millón de firmas.

Seguir reuniendo firmas para esta petición es importante porque la amenaza para este santuario de la vida marina en Brasil aún no ha terminado definitivamente. Los derechos de exploración petrolera en las cuencas Camamu-Almada y Jacuípe podrían ser subastados en el futuro. 350.org continuará monitoreando la situación y luchando para que Brasil y el resto de los países del mundo abandonen la era de los combustibles fósiles e inviertan en energía renovable, limpia y socialmente justa.

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Peri Dias – Gerente de Comunicación de 350.org Latinoamérica

Traducción: Rocío Rodríguez Almaraz